domingo, 6 de noviembre de 2016

Yoga Sûtras de Patañjali, traducción al castellano de José Antonio Offroy



























Yoga Sûtras de Patañjali, traducción al castellano de José Antonio Offroy


Autor: Marco Antonio Loza Sanjinés

La obra de Patañjali


Con Atha yogânusâsanam (“a continuación se expone la enseñanza del yoga”), comienza la obra fundacional del Yoga: los “Yoga-Sûtras” (1) de Patañjali, y con este tratado se abre un mundo de experiencias, innumerables malentendidos, rastros de obras que se han perdido, todo el movimiento del saber y del pensamiento de la India antigua.

Con los “Yoga-Sûtras” comienza una corriente que fluirá, influirá y cambiará la manera de ver (por eso el Yoga es un Darshana, de “drish” = ver, contemplar; un modo de ver, de contemplar) de India. Detrás quedaba una práctica de siglos, vías diversas y dispersas de liberación (mukti), Patañjali les daba un ordenamiento lógico, casi matemático. Dasgupta, el gran comentador moderno de los Yoga-Sûtras, sostiene que Patañjali también escribió un tratado de gramática el Mahâbhâsya o “Gran Comentario” a la obra de Panini, de ahí su gran pasión por el silogismo exacto, preciso, por la consecución de un pensamiento que, en su devenir, arrastra a sus precedentes.

El Yoga es esencialmente una práctica, un método, una técnica de liberación, por eso Patañjali necesitó de una base filosófica, teórica, para edificar su sistema técnico, este recurso teórico fue el más antiguo Darshana (“sistema filosófico”) de la India clásica: el Sâmkhya.

El Sâmkhya (palabra sánscrita que quiere decir “discriminación”, “enumeración”), es —como sostiene Javier Arnau (2)— la primera de las grandes cosmologías de la India clásica, quizá en sus orígenes fue la manifestación más avanzada contra la ritualización extrema del brahmanismo. Al igual que el Yoga, el Sâmkhya se encuentra en el período clásico de la India, en el que la escritura es la manera más importante de transmisión, pero, también, al igual que el Yoga, el Sâmkhya procede de la tradición oral. El Sâmkhya elabora una compleja metafísica, una enumeración de lo real, en él todo es número: hay tres gunas o manifestaciones de la materia: satva, rajas, tamas; hay 8 manifestaciones de la mente; 50 categorías en las que se manifiesta lo dado, etc. El Sâmkhya, realiza una distinción fundamental entre una conciencia original imperturbable y sin contenido denominado: purusa y una materia de la que todo ha surgido denominada: prakrti.

El Yoga de Patañjali



Patañjali basó su sistema en este pensamiento metafísico, de tal manera que suplementase al Yoga, sus diferencias son poco numerosas —nos dice Mircea Eliade (3)—, las dos más importantes son: la primera, que el Sâmkhya es ateo, en cambio el Yoga de Patañjali postula a isvara (dios) aunque de una manera forzada y con casi ninguna importancia para la técnica de liberación misma; la segunda, para el Sâmkhya, la liberación se da por el conocimiento metafísico, por la liberación de la ignorancia, para el Yoga la liberación sólo puede darse mediante las técnicas de la meditación.
Patañjali, describe estas técnicas, las enumera (como en el Sâmkhya), en el capítulo titulado Sâdhana Pâda, cita:

1) Yama = Abstenciones
2) Niyama = Observancias
3) Âsana = Postura corporal
4) Prânâyâma = Control de la respiración
5) Pratyâhâra = Abstracción sensorial
6) Dhâranâ = Concentración
7) Dhyâna = Meditación
8) Samâdhayah = Interiorización completa

Esta “enumeración” sistemática constituye la columna vertebral de todo su sistema, es el Ashtanga Yoga o “Yoga de los ocho pasos (ashtâv-angâni)”. Con el tercer paso, comienza propiamente la práctica del yoga, el âsana conduce a un cuerpo estable con un mínimo de esfuerzo, aunque al principio de su práctica puede resultar incómodo o doloroso, el âsana suspende la presencia del propio cuerpo, con lo que los demás angâni pueden realizarse.

Según Mircea Eliade (4), la edición en sánscrito más conocida de los Yoga-Sûtras, es la publicada por Anandâshrama Sanskrit, con el comentario Yoga-Bhâsya de Veda-Vyâsa, la traducción al inglés de esta obra es de 1914.

El Yoga-Bhâsya o “Gran comentario”




Los Yoga-Sûtras siendo el fundamento del Darshana más importante de la India, tuvo muchos comentadores, entre los más importantes están el rey Bhoja, que vivió a principios del siglo XI, escribió el comentario: Râjamârtanda; otro comentario muy importante es el de Vijñânabhiksu que comentó el Yoga-Bhâsya de Vyâsa; otro gran comentario es el Maniprabhâ de Râmânanda Sarasvati en el siglo XVI; por supuesto, entre los comentarios modernos están los de Surendranath Dasgupta y de Mircea Eliade.

El “Gran comentario” sobre los Yoga Sûtras, el Yoga-Bhâsya de Veda-Vyâsa es el más importante de la obra de Patañjali, es también el más citado, ya que lo esclarece, su explicación se hace necesaria, debido a la densidad de pensamiento contenido en cada sûtra. Debemos decir, además, que los comentarios a una obra fueron el recurso más utilizado en la India clásica, fueron una manera de transmisión que, al mismo tiempo, defendía la propuesta original de un texto y lo utilizaba para forjar nuevas ideas.

La traducción de Offroy


En castellano las escasas ediciones venían siempre de la mano de una re-traducción, casi siempre del inglés, circulaban y circulan todavía versiones catastróficas del tratado de Patañjali, por eso la traducción que nos presenta José Antonio Offroy Arranz: El yoga de Patañjali los Yoga Sûtras (5), viene a renovar la lectura sesgada que se tenía en las anteriores versiones castellanas.
Junto con el tratado de Patañjali, esta edición trae el Yoga-Bhâsya de Vyâsa, acompañando a cada uno de los aforismos del tratado original y, añadiéndolo completo en su versión original y transliterada al final de libro, se constituye así, en un libro imprescindible para estudiar seriamente —en idioma castellano— el yoga clásico.


Notas:


(1) Patañjali. Yoga Sûtras. Con el comentario Yoga Bhâsya de Vyâsa. Textos sánscritos en devanagari y transliterados, traducción lineal y palabra por palabra. Trad. José Antonio Offroy Arranz. (Madrid: Ediciones Librería Argentina, 2012)
(2) Juan Arnau. Cosmologías de India. Védica, sâmkhya y budista. (México: Fondo de Cultura Económica, 2012)
(3) Mircea Eliade. El Yoga. Inmortalidad y libertad. Trad. Diana Luz Sánchez. (México: Fondo de Cultura Económica, 1991)
(4) Ibídem.
(5) Offroy. Obra citada.