domingo, 9 de noviembre de 2014

Descubriendo el Yoga. Segunda parte



"The nature of Shiva", en: John Scott. Ashtanga Yoga, (Great Britain: Gaia Books, 2000)



Descubriendo el Yoga. Segunda parte 

Autor: Marco Antonio Loza Sanjinés

 "(...) mi filosofía: practica y todo vendrá". 
Sri. K. Pattabhi Jois

Esbozo de un comienzo

Sosteníamos en la primera parte de este camino (Cf. Descubriendo el Yoga. Para desbrozar el camino), que el Yoga, como filosofía, como práctica, ha sufrido —la palabra viene exacta— una serie de adhesiones, una serie de –ismos, la profusión de este sufijo es la representación de su proliferación mercantil bajo el velo de facilitar su práctica pero, significativamente, no su alcance teórico.
El Yoga puede ser considerado una “praxis”, en el sentido marxiano del término, porque en el Yoga todo comienza con la práctica, con la acción, al principio fue la acción no el verbo (Goethe dixit). En el Yoga, al comienzo está la acción, la acción que transforma. Según la tradición, al Yoga se accede a través la práctica, “práctica” quiere decir aquí, que el Yoga es una técnica, una especialísima, sofisticada técnica de liberación, pero no puede leerse allí que la teoría como tal no exista, lo que resultaría una incongruencia, puesto que hay una “filosofía de la praxis” o una “teoría de la praxis” así como hay una “teoría del Yoga”, sino que la vía regia hacia el Yoga es su práctica.

Tecnologías del yo

El Yoga es una técnica, una “tecnología del yo”. El formidable filósofo Michel Foucault desarrolla tres preguntas en el contexto del saber en la religiosidad de la edad media:
"¿Cómo se obligó al sujeto a descifrarse a sí mismo respecto a lo que estaba prohibido? ¿De qué forma han requerido algunas prohibiciones el precio de cierto conocimiento de sí mismo? ¿Qué es lo que uno debe ser capaz de saber sobre sí para desear renunciar a algo?"; son preguntas sobre la relación entre ascetismo y verdad (1).
Michel Foucault, se halla así, frente a una hermenéutica de las “tecnologías del yo” en las costumbres del paganismo y del cristianismo antiguos, ante las prácticas de estas estelas religiosas, Foucault siempre ha tratado de “trazar una historia de las diferentes maneras en que, en nuestra cultura, los hombres han desarrollado un saber acerca de sí mismos (…)” (2), este camino lo lleva al análisis de la economía, la biología, la psiquiatría, la medicina y la penología, quiere hallar en estas denominadas ciencias, “los “juegos de verdad” específicos, relacionados con técnicas específicas que los hombres utilizaban para entenderse a sí mismos.” (3)
Para Foucault, existen cuatro tipos principales de “tecnologías”:
  1. Tecnologías de producción, que permiten producir, transformar y manipular cosas.
  2. Tecnologías de sistemas de signos, que permiten utilizar, signos, sentidos, significaciones.
  3. Tecnologías de poder, que determinan la sujeción, o la dominación del sujeto.
  4. Tecnologías del yo, “que permiten a los individuos efectuar, por cuenta propia o con la ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma, pensamientos, conducta o cualquier forma de ser, obteniendo así una transformación de sí mismos con el fin de alcanzar la felicidad, pureza, sabiduría o inmortalidad.” (4) (Michel Foucault. Op. Cit. Énfasis nuestro).
¡Cómo no estar de acuerdo con Michel Foucault! El Yoga es una tecnología del yo, ubiquémoslo ahora en el pensamiento Indio.

El Yoga Darshana

Darshana viene del sánscrito drs, “ver”, pero también se utiliza para significar: “contemplar”, “comprender”, es un método de demostración, muy cercano a un “sistema filosófico”; en la India los Darshana se ordenan en dos tipos, los denominados ortodoxos o astika y los denominados nastika, heterodoxos o heréticos, los astika reconocen y respetan la autoridad de los Vedas y los nastika en cambio la rechazan, son nastika por ejemplo, el budismo y el jainismo. Entre los que aceptan la autoridad de los Vedas están los seis Darshanas clásicos:
  • Vaiseshika, Vaisesha, se refiere a lo particular, a lo que diferencia a todos los seres, tiene un carácter ordenador, científico.
  • Nyaya, es el nombre de la lógica india, la forma de escudriñar los vericuetos del pensamiento.
  • Samkhya, es una de las grandes formas de pensar los orígenes, desarrollaremos gran parte de su filosofía más adelante.
  • Mimansa o Purva-Mimansa, se presenta como la forma adecuada de interpretar las prácticas del culto védico.
  • Vedanta o Uttara-Mimansa, es la exégesis más alta del ritual védico.
  • Yoga
Estos seis Darshanas van por pares de acuerdo a sus afinidades: Vaiseshika y Nyaya; Mimansa y Vedanta; Samkhya y Yoga, también se considera que el Vedanta y el Samkhya-Yoga son las cumbres pues el Vedanta mostraría los fines últimos del conocimiento y el Samkhya-Yoga el camino para alcanzarlos.
Samkhya quiere decir, en una de sus acepciones: “discriminación”, los Dashanas son pues una manera de discriminar las distintas acepciones del término “Yoga”, situarlo en su posición dentro de los sistemas ortodoxos, es una primera aproximación, pero aún hay que continuar el movimiento discriminante, como nos lo recuerda Mircea Eliade, al sostener, al comienzo de su libro: “Técnicas del Yoga”: “Yoga es un término equívoco” (5); finalmente, el mejor investigador y comentador de la obra de Patanjali en el tiempo moderno será nuestro punto de atención durante todo el recorrido que comenzamos por el Yoga, como Upaya (camino).

Notas:

(1) Michel Foucault. Tecnologías del Yo. (Argentina: Paidós, 2008). Pág. 46, 47
(2) Ibídem.
(3) Michel Foucault. Op. Cit. Pág. 48
(4) Ibídem.
(5) Mircea Eliade. Técnicas del Yoga. (Barcelona: Editorial Kairós, 2000). Pág. 13