"The nature
of Shiva", en: John Scott. Ashtanga Yoga, (Great Britain: Gaia Books, 2000)
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Descubriendo el Yoga. Segunda parte
Autor: Marco Antonio Loza Sanjinés
"(...) mi filosofía: practica y todo vendrá".
Sri. K. Pattabhi Jois
Esbozo de un comienzo
Sosteníamos en la primera parte de este camino (Cf. Descubriendo el Yoga. Para desbrozar el camino),
que el Yoga, como filosofía, como práctica, ha sufrido —la palabra viene
exacta— una serie de adhesiones, una serie de –ismos,
la profusión de este sufijo es la representación de su proliferación mercantil
bajo el velo de facilitar su práctica pero, significativamente, no su alcance
teórico.
El Yoga puede ser considerado una “praxis”, en el sentido
marxiano del término, porque en el Yoga todo comienza con la práctica, con la
acción, al principio fue la acción no el verbo (Goethe dixit). En el Yoga, al
comienzo está la acción, la acción que transforma. Según la tradición, al Yoga
se accede a través la práctica, “práctica” quiere decir aquí, que el Yoga es
una técnica, una especialísima, sofisticada técnica de liberación, pero no
puede leerse allí que la teoría como tal no exista, lo que resultaría una
incongruencia, puesto que hay una “filosofía de la praxis” o una “teoría de la
praxis” así como hay una “teoría del Yoga”, sino que la vía regia hacia el Yoga
es su práctica.
Tecnologías del yo
El Yoga es una técnica, una “tecnología del yo”. El formidable filósofo Michel Foucault desarrolla tres preguntas en el contexto del saber en
la religiosidad de la edad media:
"¿Cómo se obligó al sujeto a
descifrarse a sí mismo respecto a lo que estaba prohibido? ¿De qué forma han
requerido algunas prohibiciones el precio de cierto conocimiento de sí mismo?
¿Qué es lo que uno debe ser capaz de saber sobre sí para desear renunciar a
algo?"; son preguntas sobre la relación entre ascetismo y verdad (1).
Michel Foucault, se halla así, frente a una hermenéutica de
las “tecnologías del yo” en las costumbres del paganismo y del cristianismo
antiguos, ante las prácticas de estas estelas religiosas, Foucault siempre ha
tratado de “trazar una historia de las
diferentes maneras en que, en nuestra cultura, los hombres han desarrollado un
saber acerca de sí mismos (…)” (2), este camino lo lleva al análisis de
la economía, la biología, la psiquiatría, la medicina y la penología, quiere
hallar en estas denominadas ciencias, “los
“juegos de verdad” específicos, relacionados con técnicas específicas que los
hombres utilizaban para entenderse a sí mismos.” (3)
Para Foucault, existen cuatro tipos principales de
“tecnologías”:
- Tecnologías de producción, que permiten producir, transformar y manipular cosas.
- Tecnologías de sistemas de signos, que permiten utilizar, signos, sentidos, significaciones.
- Tecnologías de poder, que determinan la sujeción, o la dominación del sujeto.
- Tecnologías del yo, “que permiten a los individuos efectuar, por cuenta propia o con la ayuda de otros, cierto número de operaciones sobre su cuerpo y su alma, pensamientos, conducta o cualquier forma de ser, obteniendo así una transformación de sí mismos con el fin de alcanzar la felicidad, pureza, sabiduría o inmortalidad.” (4) (Michel Foucault. Op. Cit. Énfasis nuestro).
¡Cómo no estar de acuerdo con Michel Foucault! El Yoga es una
tecnología del yo, ubiquémoslo ahora en el pensamiento Indio.
El Yoga Darshana
Darshana viene del sánscrito drs, “ver”, pero también se
utiliza para significar: “contemplar”, “comprender”, es un método de
demostración, muy cercano a un “sistema filosófico”; en la India los Darshana
se ordenan en dos tipos, los denominados ortodoxos o astika y los denominados nastika, heterodoxos o heréticos, los astika reconocen y respetan la autoridad de
los Vedas y los nastika en cambio la
rechazan, son nastika por ejemplo, el
budismo y el jainismo. Entre los que aceptan la autoridad de los Vedas están
los seis Darshanas clásicos:
- Vaiseshika, Vaisesha, se refiere a lo particular, a lo que diferencia a todos los seres, tiene un carácter ordenador, científico.
- Nyaya, es el nombre de la lógica india, la forma de escudriñar los vericuetos del pensamiento.
- Samkhya, es una de las grandes formas de pensar los orígenes, desarrollaremos gran parte de su filosofía más adelante.
- Mimansa o Purva-Mimansa, se presenta como la forma adecuada de interpretar las prácticas del culto védico.
- Vedanta o Uttara-Mimansa, es la exégesis más alta del ritual védico.
- Yoga
Estos seis Darshanas van por pares de acuerdo a sus
afinidades: Vaiseshika y Nyaya; Mimansa y Vedanta; Samkhya y Yoga, también se
considera que el Vedanta y el Samkhya-Yoga son las cumbres pues el Vedanta
mostraría los fines últimos del conocimiento y el Samkhya-Yoga el camino para
alcanzarlos.
Samkhya quiere decir, en una de sus acepciones:
“discriminación”, los Dashanas son pues una manera de discriminar las distintas
acepciones del término “Yoga”, situarlo en su posición dentro de los sistemas
ortodoxos, es una primera aproximación, pero aún hay que continuar el
movimiento discriminante, como nos lo recuerda Mircea Eliade, al sostener, al
comienzo de su libro: “Técnicas del Yoga”: “Yoga es un término equívoco” (5); finalmente, el
mejor investigador y comentador de la obra de Patanjali en el tiempo moderno
será nuestro punto de atención durante todo el recorrido que comenzamos por el
Yoga, como Upaya (camino).
Notas:
(1) Michel Foucault. Tecnologías del Yo. (Argentina: Paidós, 2008). Pág.
46, 47
(2) Ibídem.
(3) Michel Foucault. Op. Cit. Pág. 48
(4) Ibídem.
(5) Mircea Eliade. Técnicas del Yoga. (Barcelona: Editorial Kairós, 2000). Pág. 13